Desde el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, Estados Unidos lleva a cabo una serie de agresiones en la esfera ideológica con particular énfasis la propaganda radial y televisiva.
En la actualidad Cuba recibe una lluvia de ondas radiales emitidas desde la nación norteña; unas financiadas por el propio gobierno como las mal llamadas radio y tele Martí, otras por estaciones comerciales del sur del país vecino y algunas por plantas piratas dedicadas a lanzar mensajes subversivos sobre nuestra Isla.
Estos programas están dirigidos a influir negativamente sobre el estado de opinión de nuestro pueblo, a través de mentiras sobre el Comandante en Jefe Fidel Castro, el cuestionamiento de los principios que rigen la sociedad socialista, sus deseos de desmovilizar al pueblo en su participación en las tareas de la Revolución y la exaltación del modo de vida en los Estados Unidos, elementos constantes en su sucia guerra psicológica y de desinformación difundidos en espacios de entretenimiento a los que dan una apariencia inofensiva.
Todas estas agresiones radiales pretenden desvirtuar la construcción de la sociedad socialista, las más justas de todas, y sumergir al país en “pantano” del cual salimos victoriosos hace más de 40 años.
El imperio una vez más pretende decidir sobre lo que debe conocer y oír el pueblo cubano, intenta erosionar su apoyo y su fe, la Revolución, Fidel, Raúl y en la obra construimos utilizando falsa propaganda, con la distorsión exagerada de los hechos y el hostigamiento político con el objetivo de ablandarnos desde adentro para cambiar nuestro sistema social.
Esta es una guerra sin armas para estimular a la gusanera a realizar acciones de terrorismo, sabotajes y otros actos en contra de la Revolución y sus dirigentes.
Ante cada agresión radial y televisiva respondemos y nos mantenemos en pie como ejemplo vivo para los pueblos del mundo que se encuentran sometidos a la explotación.
Durante todos estos años de agresión el pueblo cubano ha demostrado que está dispuesto a defender su soberanía a proteger su futuro y su cultura.
Los enemigos de lucha no deben tener la menor duda de que la Revolución cubana resistirá el tiempo que sea necesario, que en nuestro país no habrá transición y que jamás tendrán a Cuba.
Si desean tener más elementos sobre el tema lo invito a que consulte el libro “Terrorismo en el Éter” de Omar Pérez Salomón
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